La Huella del Centenario

Este año 2012 desde ASDE-SCOUTS DE ESPAÑA, celebramos el Centenario de nuestra Federación.

Con motivo de esta celebración llevamos a cabo a nivel nacional la actividad LA HUELLA DEL CENTENARIO. Con lo que se pretendía que cada Grupo scout en su entorno llevase a cabo una actividad que propiciase la repercusión comunitaria, ambiental y la visibilidad de nuestras acciones para dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos (principal lema del movimiento scout), desarrollando este servicio de transformación por parte de todas las asociaciones.

Desde la Asociación Scout Camelot, ubicada en el barrido de Schamann, llevamos a cabo una acción enmarcada en la labor social y ambiental que realizamos, y los valores que trasmitimos. Las iniciativa, en concreto, que realizamos tiene para nosotros un carácter innovador y un alto contenido educativo, estando además adaptada a nuestra realidad más cercana y a las necesidades de nuestro entorno.

Hemos arreglado la plaza Vicente Halconero ubicada en la calle Pedro Infinito.

Durante la mañana las unidades esculta y clan han aprendido qué es la participación comunitaria y el teatro social. Además han ido por el barrio (comercios y casas) explicando qué actividad íbamos a realizar y solicitando flores o materiales para poder arreglar la plaza. Ilusionados llegaban con lo que habían conseguido: flores, plantas, maya metálica, palos de madera para ayudar a crecer a las plantas… 

Por otro lado la Patrulla Elefante (patrulla de los guías y subguías de la Unidad Scout Guanil) ha pirograbado un cartel para colocar en la plaza explicando que habíamos arreglado la plaza.

Después de comer la unidades esculta y clan han pintado una pancarta para colocar en la plaza mientras estábamos allí y se han preparado una actuación para realizar en el semáforo explicando el respeto por la naturaleza en 22 segundos.

A las cuatro ha llegado todo grupo y nos hemos ido a la plaza y nos pusimos ¡manos a la obra!

Primero había que limpiar, después había que batir la tierra para poder plantar y luego mancharnos de verdad las manos de tierra colocando nuestras plantitas y dando un poco de color a la plaza.

Además había que limpiar los parterres, el cartel del nombre de la plaza…y llega el momento de regar.

Ahora nos queda por delante lo más difícil, no dejar en el olvido este proyecto y conseguir los permisos del ayuntamiento y de los vecinos para pintar la pared del parque con el mural que hemos preparado y, por supuesto, ¡cuidar las plantas! Para que la plaza siga siendo colorida.